Colin Powell – Ex Secretario de Estado de los Estados Unidos- dijo que los líderes deberían tomar decisiones críticas basadas en un rango definido de incertidumbre. Actuar con menos del 40% de los datos necesarios es imprudente; Esperar más del 70% de los datos puede ser fatal. El equilibrio entre el tiempo y la certeza es un desafío para todas las organizaciones.
La incertidumbre es sistémica en todos los negocios y no es posible eliminarla mediante procesos, políticas o controles. El origen de la incertidumbre es el cambio inesperado: el cambio en mercados, competidores, sociedad, tecnología, personas, expectativas, valores, o lo que sea. Las empresas a diario se enfrentan a cambios y es imprescindible responder rápidamente.
Las empresas encaran estas situaciones mediante el análisis. Estudian la situación, investigan las causas, evalúan alternativas e implementan una respuesta. Cuanto más rápido puedan reunir datos suficientes para realizar un análisis, más rápido podrán tomar una decisión y responder. Y como nos recuerda la regla de Powell, es vital buscar siempre el equilibrio entre velocidad y certeza. No se trata solamente de tomar la decisión correcta, sino de tomar la decisión correcta a tiempo. Pero existe un elemento crítico para la agilidad analítica, la alfabetización de datos.
La alfabetización de datos
El MIT -Instituto de tecnología de Massachusetts- define la alfabetización de datos como la capacidad de “leer, trabajar, analizar y discutir” con datos. Cualquier científico profesional de datos o analista de sistemas ve estas habilidades como elementos esenciales. Pero para lograr una agilidad real, las organizaciones necesitan la alfabetización de datos de todo su personal, desde las personas de atención al cliente hasta los operadores de back office. Esto se conoce como “democratización de la información”, algo que pocas empresas logran a pesar su contrastado impacto.
El valor de las acciones de las organizaciones con mayor alfabetización de datos, es entre 3% y 5% más alto
Wharton y IHS Markit evaluaron la alfabetización de datos de más de 600 grandes compañías en nombre de “Data Literacy Project”, un consorcio independiente de organizaciones de la industria estadounidense que se centra en la necesidad de la alfabetización de datos. La encuesta encontró que el valor de las acciones de las empresas con mayor alfabetización de datos, era entre 3% y 5% más alto que el de sus competidores.
La alfabetización de las empresas se basa en tres grandes pilares:
- Los activos de información: Es necesario disponer de almacenes de datos en los que la información sea fácil encontrar, comprender y utilizar. Estos repositorios deben contener a ser posible la totalidad de la información de nuestra organización de forma estructurada, depurada y sobre todo fiable.
- Las herramientas analíticas: Existe un concepto conocido como “inteligencia aumentada” que consiste en dotar a nuestros equipos de herramientas que les faciliten y empoderen en la toma de decisiones. Estas herramientas se conocen como herramientas de análisis o de inteligencia de negocio (BI) y no solo gestionan los datos de forma interactiva y visual, sino que además resultan clave en la colaboración entre los miembros del equipo.
- El desarrollo de las habilidades: Evidentemente, para disponer de un equipo humano eficaz, es necesario formarlo y entrenarlo en estas habilidades. Existen talleres y planes de estudio para desarrollar la alfabetización de datos en cualquier área de la organización. Pero también es de vital importancia que los managers incentiven y fomenten a sus empleados en apostar por esta valiosa vía de desarrollo profesional.
La alfabetización de datos no solo hace que el equipo humano sea más productivo y esté más motivado, sino que también aumenta la resiliencia de nuestra organización. Responder al cambio continuo y trabajar su incertidumbre acaba convirtiéndose en algo habitual. Lo que permite que la cultura reactiva de nuestra organización pase a convertirse en una cultura de innovación segura y efectiva. La habilidad analítica impulsa la agilidad de nuestra empresa, lo que se traduce en tomar ventaja sobre el pelotón de nuestros competidores.
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